jueves, julio 17, 2008

La obra es de Dios

Numerosas relfexiones y meditaciones me han llevado a entender plenamente y vívidamente este versículo.

Php 2:13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

Mi problema era (y muchas veces aun es) que intentaba hacer la obra del Señor pero yo mismo. Por ejemplo, pensba en mi interior: "voy a hacer una reflexión tan grande en la iglesia que todos cambiarán y ya no habrá más sillas vacías y la gente vendrá mucho más a la iglesia".
Bueno la intención estaba bien, pues mi objetivo era que mi iglesia se llenase y fueramos los máximos hermanos posibles. Pero el problema era que lo queria hacer YO. Con MIS medios, con MI inteligencia y con MI método. Entonces, estoy haciendo una buena obra para el Señor, ¿Qué problema hay?

El problema está claro. No era el Señor quien iba a hacer esa reflexión, era yo. No era el Espíritu Santo quien iba a hablar ese día, era yo. Entonces, de nosotros ¿puede salir algo bueno? no nunca. Así que esta "buena obra" que a primera vista era lícita, habría provocado más problemas que beneficios, pues no era dirigida por el Señor.

¿A dónde quiero llegar? Quiero llegar a que veamos que es el Señor exclusivamente quien tiene que usarnos. Nostros debemos quebrantarnos yhumillarnos ante Él y decirle:"heme aquí envíame a mí" como el Señor Jesús, o "habla que tu siervo oye" cómo Samuel.

Por muy buen lápiz que tengamos, si no es un buen dibujante quien lo maneja, el dibujo saldrá feo. De la misma manera, por muy buenas intenciones que tengamos, si no nos controla el Señor, nos guia y produce el querer como el hacer no vamos a llegar a ningún lado. Nos daremos continuamente con el muro de la frustración.

Por lo tanto debemos dejar que en la vida sea el Señor quien nos guie. Debemos estar dispuestos a todo por el Señor pero sólo debemos hacer lo que Él quiere que hagamos.

Creo que esta reflexión va muy bien porqué cuando quieres hacer cambios en tu vida, intentas cambiar tú primero y ahí tenemos un error. Lo que tenemos que hacer es decir: "Señor cambiame, haz tu obra en mí"pero estar dipuestos a ellos evidentemete.

Que el Señor nos ayude a humillarnos y dejar nuestras vidas en Sus manos.
Amén

1 comentario:

Isma y Jordà dijo...

Gran reflexión, ojalá yo también aprenda eso, que por nosotros no somos nada, pese a que queramos hacer algo bien, tal como dice la Palabra Dios obra en nosotros tanto el querer como el hacer.
Que así sea