Hermanos y amigos, mañana me toca a mi llevar la reunión de oración en mi iglesia y la verdad es que estoy un poco nervioso, pero bién, intentaré explicar de manera muy sintética lo que mañana expondré.
Psa 32:1 Salmo de David: Masquil. BIENAVENTURADO aquel cuyas iniquidades son perdonadas, y borrados sus pecados.
Psa 32:2 Bienaventurado el hombre á quien no imputa Jehová la iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay superchería.
Psa 32:3 Mientras callé, envejeciéronse mis huesos En mi gemir todo el día.
Psa 32:4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Volvióse mi verdor en sequedades de estío. (Selah.)
Psa 32:5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Confesaré, dije, contra mí mis rebeliones á Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. (Selah.)
Psa 32:6 Por esto orará á ti todo santo en el tiempo de poder hallarte: Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas á él.
En este texto nois habla de un alma pecadora que ha sido perdonada y, después de ser santificada puede orar a Dios.
La oración es una parte muy importante de la vida cristiana, es una parte principal.
El creyente es santo, en su segunda acepción, que es apartado del pecado. Tiene el Espíritu Santo y si le obedece se aparta del pecado, pro eso es santo.
El versículo 6 nos dice en el tiempo de poder hallarte, ¿cuándo es? cuando estemos en ¡santidad! El camino de la oración está abierto mediante la santidad.
¿Como tener esa santidad? con sacrificio! santidad significa apartado y, en esa realidad que algunos tachan de utópica y que yo considero indispensable está el secreto de la santidad. Cuando, como dice Pablo, morimos para el mundo, cuándo todo lo tenemos por estiercol, cuándo nos llegamos ante el trono en humildad y en sacrificio vivo, entonces es cuando el Padre puede oir nuestras oraciones, el Hijo intercede aquello que el Espíritu Santo clama al Padre, de esta manera la oración es real, y sube, tal como dice Apocalipsis como perfume suave.
Que todos podamos decir como dice Lucas Señor, enséñanos a orar, Dios les bendiga.
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