viernes, noviembre 13, 2009

Seamos luz

Vosotros sois la luz del mundo: una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder

Mateo 5:14

Estos días estoy leyéndome el sermón del monte y realmente es apasionante. Todas las enseñanzas que da, además de consolar. Es realmente un fragmento que siempre me es de mucha ayuda.

Hoy quiero compartiros este versículo porque, tal como dice mi abuelo, un cristiano se le ve de lejos. Una persona no tendría que buscar muy adentro para ver que esa persona es cristiana. Perdonad por la expresión pero debemos irradiar cristianismo. Somos luz del mundo, por tanto, no debemos intentar esconder esa luz bajo una manta o intentar soplar a ver si la apagamos. Al contrario, debemos mostrarla en toda su esplendor, porque sabemos que esa luz no es nuestra, es de Dios, y es la luz que da testimonio de que tenemos al Espíritu Santo en nosotros.

Por poner un ejemplo muy simple de esto, cuando te enamoras sólo tienes ganas de hablar de esa persona a todos, de pensar en esa persona y, todo el mundo, sin indagar muy adentro, sólo por tus actos y tus palabras ya sabrá que estás enamorado. En el caso del cristiano debe ser así, nuestro amor a Dios debe manifestarse en hechos y en palabras para que Su gloria sea manifiesta en la Tierra. Es peligroso cuando ese binomio (2 cosas) queda interrumpido, ya sea porque o nuestra actuación no concuerda con nuestras palabras o al revés, entonces tenemos un problema, debemos acercarnos a Dios para ver que sucede y Él nos dará aquello que nos haga falta. No nos olvidemos que Él venció al mundo, venció a la muerte e hirió a la serpiente en el calcañar.

Dios nos bendiga y nos ayude a ser luz en este mundo lleno de tinieblas