Como hijos de Dios, tenemos que ir día a día incrementando nuestra fe. Por la fe somos salvos y por la fe podemos obtener grandes maravillas, pero también tenemos que saber que para que nuestra fe se fortalezca debemos pasar por pruebas y situaciones a veces muy difíciles. Cuanto más mayor sea la prueba por la que pasemos, más podremos ver la ayuda que Dios nos da si confiamos y esperamos en Él.
Es por eso que tenemos que dipositar nuestra fe sólo en Dios y no en nosotros mismos o en otras personas que, al fin y al cabo, son como nosotros. Es muy fácil decirlo, pero tenemos que renunciar a confiar en las circunstancias de nuestra vida y confiar SOLAMENTE en Dios.
Si nosotros decimos que confiamos en Él y que lo dejamos todo en sus manos pero en verdad no es así, Dios nos lo acabará haciendo saber enseñándonos que ,por nuestros propios medios, no llegamos a ninguna parte, sino que al contrario, vamos por el mal camino ya que sin Él nada podemos hacer y estamos perdidos.
Dipositemos toda nuestra confianza en el Señor, aliviémonos dándole nuestra carga y, a parte de la tranquilidad que tendremos, no podremos estar en mejores manos. Pidámosle al Señor que nos aumente la fe para poder ver como oportunidades las pruebas que ahora podemos ver como una gran dificultad para nosotros.
¡Que Dios os bendiga!
Es por eso que tenemos que dipositar nuestra fe sólo en Dios y no en nosotros mismos o en otras personas que, al fin y al cabo, son como nosotros. Es muy fácil decirlo, pero tenemos que renunciar a confiar en las circunstancias de nuestra vida y confiar SOLAMENTE en Dios.
Si nosotros decimos que confiamos en Él y que lo dejamos todo en sus manos pero en verdad no es así, Dios nos lo acabará haciendo saber enseñándonos que ,por nuestros propios medios, no llegamos a ninguna parte, sino que al contrario, vamos por el mal camino ya que sin Él nada podemos hacer y estamos perdidos.
Dipositemos toda nuestra confianza en el Señor, aliviémonos dándole nuestra carga y, a parte de la tranquilidad que tendremos, no podremos estar en mejores manos. Pidámosle al Señor que nos aumente la fe para poder ver como oportunidades las pruebas que ahora podemos ver como una gran dificultad para nosotros.
¡Que Dios os bendiga!
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