jueves, enero 15, 2009

Gracias Señor porque te amamos

Ayer me acordé de un hecho que sucedió hace un par de años. Os lo resumiré: Isma, Marc y yo fuimos a unos campamentos evangélicos como monitores y estuvimos con los más pequeños, de 3 a 6 años. En la habitación dormiamos con los niños y cada mañana cuanquiera de los 3 hacíamos un pequeño devocional en la habitación, en el que participaban los pequeños o orando o diciendo lo que pensaban y una oración de uno de ellos me tocó mucho, sobretodo una parte que decía así: "Señor, gracias porque te amamos".
Ayer, estuve reflexionando acerca de este hecho y el Señor me llevó a 1a de Juan 4:19 que dice así: "Nosotros le amamos á él, porque él nos amó primero"
¿Que quiero decir con esto? que el hecho de amar no viene de nosotros, si no que es gracias al Señor que amamos.
Ahora viene la parte que más sacrificio conlleva, demostrar. Decimos todos que le amamos, decimos que vivir en Él es provechoso, decimos y decimos y decimos. Demostremos, demostremos que le amamos, demostremos que como Le amamos, amamos a los hermanos, demostremos que nuestra única meta y nuestro único objetivo es Él porque sin Él no somos absolutamente nada.
Pensemos un momento en el amor que mostró primero. ¿Somos conscientes? Angustiado él, y afligido, no abrió su boca: como cordero fué llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca (Isaias 53:7). ¿Tenemos la percepción de que si Él hubiera querido hubiera llamado a una legión de ángeles para salvarlo o que El mismo podría haber evitado el sufrimiento?
Pensemos en esto, que pese a poder salvarse, por amor, nos salvó a nosotros pagando con Su vida. Ahora viene nuestra respuesta, te amo Señor, no ya yo Señor, soy Tuyo para todo o... ¿Señor quiero hacer mi vida? No hay camino intermedio, y en el amar al Señor y ser Suyo ganamos libertad (pese a que muchas veces no seamos capaces de verla), ganamos paz y ganamos felicidad.
Dios les bendiga y nos ayude a interiorizar y expresar una respuesta de amor hacia Cristo y hacia los hermanos ya que Él nos amó primero.

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