viernes, enero 30, 2009

Siempre...

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!
(Filipenses 4:4)

Aun cuando estemos tristes, nos sintamos mal, nos veamos culpables, malos, necios, egoistas, sea como sea el Señor es nuestra esperanza, siempre que estemos en Su salvación y en Su verdad. Si tenemos al Señor podemos estar tranquilos, Él es fiel y no nos desamparará nunca, aunque nostros le seamos muchas veces infieles.

Así que estemos confiados en Dios y ¡regocijémonos en Él!

Gloria a Dios.
Que Dios os bendiga.

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