Segar

Gál 6:7 No os engañeis: Dios no puede ser burlado: que todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
Gál 6:8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
Gál 6:9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; que á su tiempo segaremos, si no hubiéremos desmayado.
Gál 6:10 Así que, entre tanto que tenemos tiempo, hagamos bien á todos, y mayormente á los domésticos de la fe.
Estos versículos me han llamado mucho la atención, ya que si nos fijamos en el todo de la epístola en esta parte vuelve al tema principal de toda ella.
La separación entre carne i Espíritu aquí son evidentes. Son dos términos que no pueden mezclarse, no pueden alianzarse. Querer juntarlos es intentar burlar a Dios y como en este versículo 7 nos dice, Dios no puede ser burlado.

El que siembra para su carne lo unico que cosechará será corrupción y, parece ser, que la Iglesia en Galacia sembraba para su religión carnal, en sus falsos dogmas. Por tanto, ¿que pasaría si hacemos el contrario, si, en vez de sembrar para la carne, sembramos para el Espíritu como aquí nos dice? que segaremos vida eterna y ¡qué es la vida eterna si no una vida espiritual y divina que responde a la naturaleza de Dios, que es capaz de conocerle y de gozar de Él, una vida que se resume en el conocimiento de una persona: Cristo! Frase de H. Rossier. Dios nos da la libertad para escoger si sembrar para la carne i cosechar corrupción o sembrar para el Espíritu y cosechar de la comunión y goce de la vida espiritual. Y, como he dicho anteriormente, ambas cosas son imposibles, o una o la otra.

Si elegimos esta vida en el Espíritu debe conllevar ciertos requerimientos, ya que además de la comunión con Dios, debemos hacer el bien, debemos cumplir con lo que la Palabra dice.

Hermanos, no desfallezcamos en la siembre del Espíritu ni, por tanto, en hacer el bien.

Dios les bendiga