viernes, junio 13, 2008

¿Por qué dudamos?

Mat 14:28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
Mat 14:29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.
Mat 14:30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!
Mat 14:31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
Mat 14:32 Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento.
Mat 14:33 Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.

Este archiconocido pasaje de la Bíblia es el que me ha llamado la atención en el día de hoy.
Muchas veces queremos crecer en el Señor, seguirle con más intensidad e intentar agradarle en todo y le pedimos que nos unja, que nos enseñe, que nos guíe por su camino aunque sea un valle de sombras. Otras veces es el Señor mismo quien nos pone esas pruebas que nos harán crecer tanto. Sea como sea las pruebas y las malas situaciones en la vida vienen. Y no podemos hacer nada para remediarlo.

En medio de este mar de dudas y problemas el Señor nos deja que vayamos hacia Él, pero no nadando ni buceando sino sobre las aguas. No hace falta que pasemos por ese mar, simplemente hemos de mirar al Señor y pasar "por encima" de él sólo mirando al Señor, buscando su rostro, su voluntad. Que fácil es decir esto y que difícil ponerlo en práctica en tantas veces (por lo menos en mi vida). Dudamos, caemos, fallamos, pero el Señor nos recoge y nos dice: "¿Por qué dudaste? ¿Por qué te cuesta tanto poner TODA tu confianza en mí?"
y lo único que podemos hacer es pedirle perdón y seguir a Sus pies. Nuestra fe es preciosa, concretamente más preciosa que el oro:

1Pedro 1:7b para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro...

Pero si no tenemos confianza en el Señor del TODO acabaremos siendo olas sin rumbo:

Jas 1:6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.

Espero que os haya servido, Amén
Dios os bendiga mucho

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha encantado, me ha hecho mucho bien. Que el Señor os siga usando.
Efesios 3:20-21

Isma y Jordà dijo...

gràcias noemi, comentarios como estos son de mucho aliento para nosotros.
Precioso versículo